¡Esto sí que es un piso de soltero!
Si preguntáramos a los solteros de cualquier ciudad del mundo, qué requisitos debería cumplir su piso ideal, la mayoría, la gran mayoría, soñaría con un ático moderno y espacioso, en el que reunirse con sus amigos a ver el fútbol, tomar unas cervezas, echar una partida de billar y jugar a la Play. Excepto los más cinéfilos, lo de ver una peli sería un plan de pareja, pero en cualquier caso, nunca faltaría un televisor (mínimo) de pantalla plana, a ser posible de 50 pulgadas. En São Paulo, Brasil, hay un joven empresario soltero que, gracias al estudio de arquitectura de Guilherme Torres, ha visto cumplido su sueño.
La vivienda se distribuye en dos alturas. En la baja se situó el salón, con un rincón de trabajo adosado a una de las entradas de luz natural; una zona de estar, formado por un cómodo y mullido sofá en L y, justo en frente, una composición de armarios y estantes en la cual se instaló un televisor. Esta especie de frente panelado en madera de roble canadiense se prolongó hasta la zona en la que el salón pasa a convertirse en cocina.
La cocina, abierta al salón, queda justo detrás de la zona de estar. Los diferentes materiales que se utilizaron para revestir las paredes marcan el paso de una zona a otra: madera de roble canadiense en el salón y microcemento en la cocina. Además, la cocina propiamente dicha se independizó del resto de la estancia a través de una espectacular península de hormigón acompañada de cuatro sillas, que hace las veces de mesa de comedor.
Y es que, en este pisito no hay mesa de comedor como tal, pero sí una espectacular mesa de billar pintada en azul. Una vez a la semana el propietario se reúne con sus amigos para echar una partidita de billar. Por eso, la mesa era una pieza indispensable.
El microcemento fue el material elegido para revestir suelos y paredes. Es una propuesta natural, económica y contemporánea, fácil y rápido de instalar, muy resistente y que requiere muy poco mantenimiento. Una escalera de dos tramos, revestida como la totalidad de la vivienda, comunica las dos alturas de la vivienda.
La primera planta se destinó para ubicar una sala de cine, el dormitorio y un baño. El televisor, como no podía ser de otra manera, se colgó en la pared.
El dormitorio tiene el baño integrado. En ambos espacios se apostó por muebles y tonos inspirados en los años 70, con los que se consiguió recrear una decoración moderna y contemporánea, divertida, masculina y con ese puntito infantil que muchos nunca pierden. El síndrome de Peter Pan no era un cuento...