El impacto de la impresión en 3D en la fabricación de objetos
El mundo de la fabricación de objetos evoluciona y cambia constantemente. Y las impresoras 3D van a ser el próximo gran paso.
La impresión 3D, o fabricación aditiva, es un proceso que permite crear un objeto sólido tridimensional a partir de un archivo digital. Durante años, cuando se introdujo la tecnología por primera vez, parecía más una novedad que una herramienta práctica, que creaba recuerdos únicos. Pero ahora, con el abaratamiento de los costes y los avances tecnológicos, la impresión 3D está al alcance de más gente y ya se ha utilizado de muchas formas interesantes, desde aplicaciones médicas, sillas para comedor, hasta la fabricación de zapatos.
Pero como cualquier otro avance tecnológico relativamente nuevo, existen tanto ventajas como posibles inconvenientes. Aquí examinamos esas consecuencias y analizamos en qué punto se encuentra la impresión 3D en la actualidad y hacia dónde podría dirigirse.
Un crecimiento imparable
El mercado de la impresión 3D no ha dejado de crecer a lo largo de los años. El mercado primario, que incluye sistemas, materiales, suministros y servicios de impresión 3D, ha crecido al menos un 30% cada año entre 2012 y 2014, según un informe publicado por la Consumer Technology Association (CTA) y United Parcel Service (UPS).
El informe, titulado "Impresión 3D: La próxima revolución en la fabricación industrial", reveló que dos tercios de los fabricantes ya utilizan la impresión 3D de alguna manera, y el 25% tenía planes para adoptar la tecnología en el futuro. Las empresas citaron la creación de prototipos, el desarrollo de productos y la innovación como sus principales razones para utilizar la impresión 3D.
Qué sectores crecen más
Según este informe, los sectores de la electrónica de consumo y la automoción aportan cada uno el 20% de los ingresos totales de la impresión 3D y utilizan la tecnología principalmente durante la fase de prototipado de la producción. Pero algunos se están expandiendo más allá de la creación de prototipos. Por ejemplo, los fabricantes de smartphones han empezado a utilizar la impresión 3D para algunos componentes.
La industria médica es el tercer mercado más importante de la impresión 3D, ya que aporta el 15% de los ingresos totales de la impresión 3D. La industria utiliza la tecnología para productos acabados personalizados en masa, como los audífonos. En la actualidad, el 98% de los audífonos del mundo se fabrican mediante impresión 3D.
El sector del hábitat
El sector del mueble y el hábitat no es una excepción, y en los últimos años se ha ido acortando la distancia para utilizar la fabricación aditiva en prototipos y modelos con diseños hasta ahora inimaginables. Desde el punto de vista del usuario final, y en un entorno doméstico, existen ofertas muy accesibles en precio para la fabricación aditiva de lámparas, mobiliario, sofás, sillones, incluso “textiles”, entre otros objetos y elementos decorativos, con mayor o menor dificultad, y sobre diseños nuevos basados en formas geométricas imposibles (los más llamativos) o sobre diseños de modelos conocidos o afamados en los que la impresión 3D también puede aportar las partes estructurales.
Todo es posible
En cuanto a los materiales, los más habituales son los polímeros puros con distintas prestaciones, o bien mezclados con otros tradicionales, como por ejemplo la madera, aportando en este caso un acabado final con una textura y apariencia que simulan con éxito las materias primas. Ya es una realidad las casas impresas con maquinaria en 3D, que vienen a solucionar, ahorrar y aligerar los costos y procesos de la construcción
A pesar de todo ello, la impresión 3D no se ha apoderado de gran parte del panorama manufacturero, ya que hoy en día se imprime en 3D menos del uno por ciento de toda la producción manufacturera.
A favor y en contra
En la actualidad, la impresión 3D se utiliza sobre todo para producir prototipos porque los cambios suelen ser más fáciles y baratos de hacer que tener que reajustar las herramientas en una fábrica. La tecnología es ideal para la producción de bajo volumen, como artículos artesanales como muebles, artículos para el hogar, joyas o productos personalizados como prótesis. Las coronas dentales y los bastoncillos para audífonos ya se fabrican por millones con impresoras 3D.
También es ideal para producir formas ligeras y complejas para productos de gran valor, desde aviones a automóviles de carreras. Esto se debe a que la impresora deposita el material sólo donde es necesario. GE ya ha invertido 1.500 millones de dólares en esta tecnología para fabricar piezas de motores a reacción, entre otras cosas.
Sin embargo, hay quien cree que la industria manufacturera nunca adoptará plenamente la impresión 3D por el tiempo que requiere; algunos artículos complejos pueden tardar hasta dos días en crearse.
¿Qué nos deparará el futuro?
Aunque es posible que la impresión 3D aún no se haga con el control de toda la industria manufacturera, los analistas predicen que se producirá un gran crecimiento y que el mercado alcanzará un valor de 32.780 millones de dólares en 2023.
Muchos fabricantes ya han empezado a explorar el mercado para ver qué potencial puede tener. Adidas, por ejemplo, ha empezado a utilizar una forma de impresión 3D llamada "síntesis digital de luz" para producir las suelas de las zapatillas, sacándolas totalmente formadas de una cuba de polímero líquido.
Es difícil predecir el alcance de la impresión 3D en la industria manufacturera. Pero basándonos en lo que ya ha sucedido en la industria y en lo que los analistas esperan ver en los próximos años, parece seguro decir que aún no hemos visto la impresión 3D utilizada en todo su potencial. Y el sector del hábitat no se va a quedar atrás.