Hace pocas semanas, Decoratrix estuvo en Córdoba. Podríamos enseñaros fotos de sus calles encaladas, los balcones llenos de geranios, sus patios floridos... Porque Córdoba está preciosa, siempre lo ha sido y ahora, que aspira a ser Capital Europeade la Cultura 2016, aún redunda más en su belleza. Pero esta vez queremos enseñaros algo probablemente menos conocido: la ciudad de Madinat al-Zahra, a tan solo 8 kilómetros de Córdoba, y su flamante Museo y Sede Oficial del Conjunto Arqueológico.
Inaugurado en octubre de 2009, el museo ha recibido recientemente el Premio Aga Khan de Arquitectura 2010.Este prestigioso galardón internacional (creado por el Aga Khan en 1977) reconoce los cinco mejores proyectos arquitectónicos, urbanísticos y paisajísticos relacionados con el mundo musulmán en todo el mundo. Los arquitectos Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto fueron los encargados de acometer este edificio, que reinterpreta, en clave actual, las características de la arquitectura de la ciudad palatina.
A sólo 2 kilómetros de las excavaciones, y rodeado de plantaciones de olivos, se encuentra el edificio, de una discreción asombrosa, ya que estásoterrado para no perturbar las vistas desde la ciudad. Se accede a través de una rampa con cierto desnivel, que se abre, finalmente a unos patios centrales,gracias a los cuales el visitante no percibe en ningún momento hallarse bajo la cota del terreno. Alrededor de los patios, en clara alusión a la arquitectura de la ciudad, se organizan los diferentes recintos: recepción, auditorio, biblioteca, aulas, oficinas, almacenes, salas de restauración y, por supuesto, el pequeño y valioso museo, que alberga algunas de las joyas arqueológicas encontradas en el yacimiento.
La edificación, de hormigón armado blanco, se codea con estructuras, vigas y elementos de acero corten, un contraste que recuerda el encalado blanco y rojo con el que estaba decorada toda la ciudad de Madinat. El museo y sus dependencias están ideados con suma precisión para introducir con amabilidad al visitante en el extraordinario mundo de la que fuera la fastuosa y efímera capital de Al-Andalus hasta el final del califato omeya en el siglo X. Madinat, o Medina al-Zahra fue construida a los pies de Sierra Morena bajo el mandato de Abderramán III, en el año 936, como símbolo de poder y riqueza del califato andalusí, aunque la leyenda cuenta (siempre nos gusta más creer en este tipo de detalles) que fue en honor a una de sus concubinas preferidas, llamada Zahra o Azahara.
Sin embargo, su esplendor duró apenas 70 años.Hacia 1010 el califato se desintegra en los reinos de Taifas, y Madinat es destruida y abandonada. Lo que sigue en la historia de este gran conjunto arquitectónico, de unas112 hectáreas, es una sucesión de agresiones, incendios y saqueos que, durante siglos, la convirtió en una de las mayores canteras de la zona.De ahí salieron piedras, capiteles, arcos labrados, suelos de mármol y todo tipo de ornamentos arquitectónicos para embellecer otros monumentos cristianos y musulmanes.
No fue hasta principios del siglo XX, en 1911,cuando se localizaron con exactitud las ruinas enterradas y se iniciaron las excavaciones, que se han continuado, en diferentes fases, durante todo este tiempo. De lo que supuestamente fue la ciudad-palacio musulmanamás rica, lujosa y poderosa de su época, sólo se puede ver hoy un 12%. Y el objeto de este museo y centro de investigación es seguir con esta ingente tarea, que generaciones futuras tendrán que continuar.
A pesar de su acusada destrucción, el esplendor de Madinat aún se puede contemplar entre sus numerosos restos, como en el gran Salón Rico de Abderramán III(en la fotografía, aunque cerrado en la actualidad por restauración), la Casa de Yafar,el Gran Pórtico, la Mezquita Aljama y numerosas construcciones que aún están en pie. Visita obligada para quienes quieran adentrarse y fascinarse en el universo califal... tan lejos, tan cerca, de lo que aún somos hoy. Fotos: Decoratrix y Ana Hortelano.