Dormitorios decorados en gris: ambientes cálidos y elegantes

Los dormitorios decorados en gris tienen un encanto especial. Los tonos grises, al ser neutros, no sólo combinan con infinidad de colores, sino que además encajan con cualquier propuesta decorativa, y quedan igual de bien con diferentes acabados de madera, así como con detalles en hierro, acero o cristal. 

El gris consigue dar al dormitorio un puntito de sofisticación. Evidentemente, no todos los dormitorios grises son iguales; dependerán del estilo de la decoración, pero también del tono de gris elegido, ya que no es lo mismo un gris pálido que un gris oscuro, casi negro. ¿Quieres ver algunos ejemplos?

Muebles de maderas oscuras

Piezas complicadas de combinar, necesitan una base que destaque el mobiliario, y suavice su oscuridad. Lo mejor es acompañar las maderas oscuras con paredes en grises claros. Este dormitorio, con la cama Tarva de Ikea, se vistió con telas Björnloka, en tonalidades blancas, azules y grises para crear una atmósfera relajada y armónica. Los detalles metalizados van muy bien con el color gris, sea cual sea la tonalidad elegida. Y si no, fíjate tanto en la silla que hace las veces de mesilla como en las lámparas colocadas a cada lado de la cama.

Un color muy versátil

A la vista está que con el gris se pueden conseguir efectos impresionantes. Si eres fan de los papeles pintados, un diseño con discretos estampados blancos sobre fondo gris, convertirá la pared en el punto focal de la decoración. 

El gris, no sólo es elegante, sino que además consigue ambientes sofisticados. La paleta de colores es impresionante: gris plata electrizante, delicado gris paloma o gris pizarra urbano. El papel pintado de este dormitorio es de papelesdelos70.com.

Combinado con blancos

Si combinas diferentes tonalidades de gris con blancos, el dormitorio ganará luminosidad. En este dormitorio, se logró recrear un ambiente moderno y sofisticado, con muebles negros y tonos grises en el suelo, la ropa de cama y el original "cabecero" que decora la pared. Una alternativa a las moquetas son las tarimas o laminados de madera en tonos grises; una opción perfecta para decoraciones contemporáneas. Fotografía: Architectural Digest.

Como tono base

El gris, bien combinado, es la base perfecta para múltiples decoraciones, desde la más clásica a la más minimalista. Como color de fondo, las tonalidades suaves, como un gris perla, son una apuesta segura y, si no tienes muy claro con qué colores combinarlo, todo depende del resultado que quieras obtener.  

Con colores vivos, resultará alegre, moderno y desenfadado: morados, rojos, naranjas, verdes, azules... Mejor no combines un fondo gris claro con colores apagados o corres el riesgo de que el resultado sea tristón. Este dormitorio pertenece a un pisito de soltero, decorado por Guilherme TorresFotografía: MCA Estudio. 

Grises en tonalidades oscuras 

Son muy elegantes y dotan a la estancia de distinción. Pueden acompañarse con complementos y muebles en tonos suaves y naturales, o al contrario, con colores vivos y alegres para generar un ambiente más atractivo. Ten en cuenta que los tonos oscuros reducirán bastante las proporciones del espacio, además de su iluminación, por lo que el gris oscuro conviene reservarlo para ambientes amplios y con buena luz natural y artificial. Fotografía: Bo Bedre.