Dormitorios de estilo retro industrial

¿Te animas a recrear un estilo industria-vintage en tu dormitorio? Son dos estilos que están en auge y que se pueden complementar perfectamente. Piezas de metal galvanizado, mobiliario antiguo de oficinas, estantes de almacenes o de garaje y la combinación de madera con metal son los elementos clave para crear este look. Sin duda, lograrás un ambiente único, perculiar y personalizado. Y si no, fíjate en estos dos dormitorios.

Gris, blanco, madera natural y detalles metálicos. En este dormitorio, decorado por Blalank Studio, el color gris de las paredes se combinó con blanco en el techo y buena parte de los textiles, muebles de madera en acabado natural y piezas en acero. El gris, un color que vuelve a estar de moda y que encaja con cualquier propuesta decorativa, es ideal para recrear atmósferas chics, pero oscuras. Por eso, conviene acompañarlo con blanco y complementos en metal. Además, el fondo gris contribuye a realzar los muebles en acabados claros y proporciona una sensación de tranquilidad y calma visual.

Desde el cabecero, la estantería, la mesa de trabajo y los asientos hasta la iluminación, pasando por los acertados adornos y complementos, como el televisor antiguo o las cajas de madera recicladas en cajoneras, hasta los materiales y tonalidades dominantes (madera natural, acero y gris), fue elegido por el equipo de Blalank Studio para otorgar al dormitorio una estética retro industrial.

Piel, colores cálidos y paredes de ladrillo blanco. La propuesta de Ramón Zancarano es un ejemplo de que la estética retro industrial no tiene por qué resultar fría. Sin duda, las paredes de ladrillo visto dan toque muy especial a cualquier estancia y, además, es una tendencia que se adapta a cualquier estilo. En este caso, el acabado blanco contribuye a realzar la decoración: tanto la cama, un espectacular modelo de piel, como la alfombra, la carpintería de madera y demás complementos.

La cama se acompañó de dos mesillas de estilos diferentes: a un lado se colocó un velador, con patitas metálicas y sobre de madera, combinado con una maleta antigua, y al otro, una mesa auxiliar, de madera pintada de blanco.

El retranqueo de la pared se aprovechó para montar una zona de almacenaje con una encimera a modo de mesa de trabajo y una balda, donde dejar adornos y complementos. En este rincón, igual que en el resto del dormitorio, predominan las tonalidades cálidas (dorados y maderas en distintos acabados), las piezas vintage, como la lámpara tipo foco, y elementos reciclados como la caja de botellas de ginebra convertida en una cajonera con ruedas. Qué hacer con las botellas ya lo resolvimos hace unos días, ¿os acordáis?