Decorar un dormitorio abuhardillado con un efecto cálido y acogedor
La clave de este dormitorio abuhardillado es la bella estructura de madera de su techumbre. Esta ha sido recuperada en parte, restaurando las vigas principales e incorporando nuevas piezas pero sin perder ese aire de madera gastada que la hace tan atractiva. A veces, un elemento constructivo tiene tanto peso que puede paralizarnos a la hora de tomar decisiones decorativas. En este caso, se apostó por la sencillez en materiales y diseños sin renunciar a conseguir un efecto final cálido y acogedor.
En las paredes, se juega con dos colores suaves: un beige arena cálido que engancha muy bien con el tono de la madera y un verde brumoso y limpio en la pared principal, quizás reflejo de los verdes del valle que envuelve toda la casa. La pieza que más destaca es el cabecero, una bocanada de aire contemporáneo y que no para de comentarle al techo: "aquí estoy, aunque no soy tan antiguo como tú, también tengo mis méritos". Una decisión acertada, jugar con piezas de madera y sus vetas en trozos de unos 20 cm.
La zona más baja de la cubierta se habilitó como una acogedora zona de estar, instalando muebles de madera clara como el apetitoso diván, piezas de diseño más moderno como las mesitas auxiliares y las lámparas y otras de mimbre y madera envejecida. El suelo se revistió de un laminado con acabado similar a la madera de la techumbre.
Un detalle que nos encantó: una zona de apoyo conseguida rebajando la pared mediante un escalón. Además de utilizarse como zona informal para apoyar libros, nos gustan estos espejos redondos y los candeleros de cristal que reflejan en ellos la luz de las velas, una versión moderna de los antiguos apliques para velas. Fotos: Decoratrix.