7 formas diferentes de decorar la librería
Aunque estantería y librería son casi sinónimos, nos gusta pensar que la librería es para libros y la estantería aquella que tiene baldas o estantes para todo lo demás. Muchas veces, ambas funciones conviven, libros con adornos, colecciones, cuadros o vajillas. De cualquier modo, una librería o estantería siempre es un lugar magnífico para almacenar, ordenar y decorar. Aquí va nuestra selección. Arriba, original estantería en aspa de madera de pino (que nos recuerda a la Nuvola de Gio Ponti para Cassina), decorada íntegramente con piezas de cerámica y loza blanca, a juego con una mesa y las sillas Eames.
Con forma de escalera invertida
Así es esta original librería, apta sólo para estancias con techos altos, ya que la gracia consiste en su forma escalona. El interior está dividido en nichos cuadriculados, y algunos rectangulares, que dan cabida a todo tipo de objetos y adornos: libros, platos, esculturas, jarrones, pinturas, etc.
Baldas voladas
Una solución muy económica y fácil de hacer es crear tu propia composición de baldas voladas a diferentes niveles y dejando espacios entre ellas. La única objeción del sistema de baldas voladas es que necesita un buen anclaje porque, de lo contrario, no podrás poner objetos de peso.
Separar ambientes
Nos encanta esta idea, que no siempre es fácil de llevar a cabo, ya que no cualquier estantería sirve para separar espacios. El acierto de ésta es su diseño ligero, en color blanco, hecha a base de listones. Una idea estupenda para tener la vajilla cerca del comedor (siempre y cuando vivas en una zona exenta de polvo).
Estantería rústica
Es un clásico contar con un mueble aparador cerca del comedor. Esta amplia estantería, muy sencilla y organizada en nichos rectangulares, tiene el fondo de listones de madera, que realza su encanto. Este efecto también lo puedes conseguir con papeles pintados que imitan duelas de madera en blanco roto.
Cuadrícula en contraste
Elegante estantería, tipo expositor, perfectamente cuadriculada, realizada con gruesos tablones de DM de 7 cm, laqueados en color topo, con el fondo en tono coral, a juego con algunas de las piezas de porcelana que adornan los nichos. El detalle de los flexos, ubicados en cada hilera, rematan una composición elegante y sofisticada.
Ordenar por colores
A los bibliófilos de pro les parecerá una aberración esta idea: colocar los libros por el color de sus portadas. Desde luego, no es un criterio muy científico, pero no me negaréis que el resultado, decorativamente hablando, es espectacular, con permiso de los muy muy libreros. Vía:Lonney Magazine, Country Living, Elle Decor Grecia y Messagenote