Decoración en blanco y negro

El color blanco de paredes, suelo y techo se convirtió en el fondo perfecto para el mobiliario y las tapicerías en negro que marcan la decoración de este apartamento y crea un contraste limpio y elegante. Para evitar que el resultado final quedará frío, o demasiado coordinado, se añadieron pinceladas en la gama de los marrones, con telas beis y piezas de madera en acabado natural. ¡Una mezcla perfecta! Además, los dueños de este apartamento sueco, una estilista y un fotógrafo de moda, apostaron por combinar diseños de estilos diferentes, modernos y actuales, como el aparador o la mesa de centro, y otros clásicos, como la silla Thonet y la lámpara Jielde, un icono del diseño francés.

En toda estancia que se precie debe haber una pieza especial, un diseño que acapare la atención o se convierta en el punto focal de la decoración, ya sea porque se trate de un mueble con historia, "con nombre o apellido", por ser diferente o bien, como en este caso, por ocupar un lugar protagonista -la pared del salón- que, además, se destacó con una composición de cuadros en blanco y negro: unos, en la pared, y otros, apoyados en el mueble. Si pensabas que las pilas de revistas dan una imagen desordenada, esta fotografía demuestra que no siempre tiene por qué ser así. Más bien diría que pasaron a formar parte de la decoracióm.

Las cocinas abiertas son cada vez más habituales en las viviendas de todo el mundo, y gracias a que los muebles y electrodomésticos presentan estéticas muy cuidadas, es fácil que esta estancia forme un conjunto equilibrado y armónico con el ambiente con el cual comparte espacio, normalmente, el salón.

Esta vitrina me ha recordado a una idea que nos presentó Organizatrix hace algún tiempo: recurrir a este tipo de muebles para exponer nuestros recuerdos o colecciones.

El comedor, más sencillo, imposible: una mesa redonda acompañada de cuatro sillas, en dos estilos y acabados diferentes, y una lámpara de techo de estética industrial.

En el dormitorio principal, a falta de espacio para un armario, se colocó un burro que permite tener a mano las prendas de uso frecuente. Una vez más, la hegemonía del color blanco se rompió con pinceladas negras en la ropa de cama y los complementos. Vía: Elle Interiör.