Comedor de verano con zona de relax en el jardín

Esta es la historia de como improvisamos un comedor de verano en el pequeño jardín de una casita en la Sierra. Los propietarios acaban de terminar la reforma, –es una casita antigua en una colonia de chalets en la Sierra Norte de Madrid– y no pensaban en gastar más y comprar muebles de jardín ya que habían consumido prácticamente su presupuesto. Pero Decoratrix les sopló al oído dos o tres trucos y tras una escapada rápida a Ikea instalamos esta "mesa en un trix".

Mantel y vajilla

Como había que empezar por algo, elegimos primero la vajilla y luego intentamos combinar el resto de los elementos (empezamos por el revés, ciertamente, pero nos encaprichamos de estos vasos turquesas y los platos de cristal a juego). En segundo lugar elegimos el mantel ya que había que cubrir una mesa deteriorada que existía en la propiedad. 

Ahí tampoco fuimos convencionales. En lugar del cuadrito de vichy tradicional que da un aire campestre, decidimos que queríamos un cuadro XXL y lo encontramos en la funda nórdica Emmie Ruta. Chula, ¿eh? de un fresa impactante que contrasta bien con la vajilla. A nuestros amigos de Ikea seguro que les gusta esta segunda vida que le dimos a su funda nórdica.

Zona de relax

Para darle un aire romántico al jardín que estaba muy soso, instalamos una hamaca entre dos pinos. Colgamos del más alto una mosquitera Solig y enredamos en ella varias guirnaldas de luces solares Solvinden. El caminito de piedra que lleva hasta la cabaña, donde se guardan los útiles de jardinería y está instalada la caldera, lo decoramos con linternas, velas y macetas pequeñas.

Sillas de colores

En lugar de sillas iguales, colocamos sillas de diferentes colores. Nos encantó la Nissen con su acabado en alto brillo. La colocamos en sus tres colores: blanco, rosa y turquesa y también las mezclamos con sillas plegables de madera en color blanco y algunos banquitos modelo Marius.

Cajas de ida y vuelta

Para trasladar todo el menaje que hace falta para poner la mesa nos hicimos con una caja de plástico de estas plegables en donde cabe ampliamente todo: mantel, cubiertos, vajilla... ¡hasta el florero con las flores puestas!

Nos resultó igual de práctica cuando llegó la hora de llevar de vuelta los platos a la cocina. Además, estas cajas son soberbias para llevar en el maletero del coche e ir de picnic, puedes llevar todos los alimentos cómoda y perfectamente organizados. Fotos: Decoratrix.