Colores de otoño, inspirados en la Naturaleza
Los expertos en cromatismo aseguran que todos los colores imaginables ya existen y podemos encontrarlos en la Naturaleza: en la tierra, en los mares, en las nubes y el cielo. El otoño, que tiene tan mala fama de ser triste y opaco, ofrece una gama de colores sorprendentes, que, aún siendo menos vibrantes, resultan muy elegantes y sutiles, y por supuesto, increíblemente decorativos. Inspirados en el último catálogo de la firma danesa Ferm Living y sus delicados diseños, hacemos un repaso por esos colores otoñales que permiten múltiples combinaciones entre sí.
Los tonos rojizos
Del rojo óxido al rosa maquillaje, pasando por el burdeos o el terracota, las tonalidades rojizas se encuentran en un sinfín de elementos orgánicos, como el barro, la arcilla o las hojas. Como veis en las imágenes, casan muy bien con las tonalidades grises y los toques verdes vegetales, a los que son muy afines. No obstante, entre ellos, hay que tener cuidado, porque juntos se dar de tortas; hay que elegir tonalidades muy dispares para que casen bien, generalmente entre claras y oscuras.
La gama de los grises
Podríamos decir que cada nube del cielo posee su propia y exacta composición de gris. Hay más de 50 tonalidades de gris con propio nombre: gris piedra, gris plomo, gris marengo, gris topo, gris bisón, gris gabardina, gris cemento... Lo cierto es que siempre asociamos el gris a algún objeto o ser vivo de la Naturaleza. También hay grises "tirando a..." azul, verde, negro... Y por supuesto, está el adjetivo "agrisado" que prácticamente se puede aplicar a cualquier color.
Ni qué decir que es un color clave en decoración, pues sirve de fondo, neutro y elegante, para sobreponer cualquier otro color que nos plazca. Es un auténtico comodín, que en los últimos años viene desplazando al blanco níveo, como color preferido en los fondos decorativos. Si el blanco tiene unas gotitas de negro, el resultado será más inquietante y atractivo.
Los azules "maricielo"
Muy cerca de los grises conviven los tonos azules que hemos bautizado "maricielo", y que a veces nos recuerdan esos arrebatadores paisajes marinos de Turner, en los que el cielo y el mar se confunden en masas con infinidad de hermosos matices. Este tipo de azul agrisado es ligeramente más cálido, aún siendo también un color frío como el gris. Combina bien con los colores encendidos, como los rojizos.
Azul petróleo
Le dedicamos especial atención al azul petróleo, una variedad muy de tendencia, que evoca la negritud del petróleo pero con un evidente acento azul. Un color muy sofisticado, que debe ser aplicado en pequeñas dosis y que se realza con colores complementarios tenues y de textura apolvada, como el rosa, el verde o el dorado. Luce es todo su esplendor en los tejidos de terciopelo.
Los verdes apagados
Muchas veces también los denominamos verdes mustios o "pochos". Estos verdes apagados resultan más cálidos que los azules (gracias al punto amarillo de su composición), y son perfectos para grandes superficies de pared, porque crean espacios muy confortables sin que cansen a la vista. Como con otros tonos, combina muy bien con el gris (claro y oscuro) y conviven a la perfección con los verdes vegetales de las plantas naturales. Pero ojo con otras tonalidades de verdes, que entre sí no casan muy bien.
Los tonos empolvados
Se suele llamar tonos empolvados a esos colores de textura mate y sin brillo, como si tuvieran doble capa de maquillaje. Los empolvados funcionan muy bien en los tonos pastel y les resta, precisamente, ese pigmento acaramelado que los caracteriza, convirtiéndolos en tonos alegres y discretos, sin la explosión cromática (y a veces empalagosa) de los pastel. Dentro de los colores otoñales, aportan un plus de luminosidad.
El tono natural de la madera
Para paliar el efecto claramente frío de estos colores otoñales, siempre se puede recurrir a la madera, que lo soluciona todo. El efecto más cálido y natural lo encontramos, una vez más, en la Naturaleza, y es la madera la que puede aportar ese plus para contrarrestar ambientes elegantes, pero tristes y apagados. Madera, tierra, mar, nube, cielo, hoja, arcilla... Ya lo dicen los expertos, todos los colores están al alcance de nuestra vista.