Claves para crear un ambiente con la iluminación adecuada

Proyecto de iluminación

Una buena decoración es un "must" al que actualmente no se puede renunciar. La buena iluminación requiere de un proyecto desde el principio. Es preciso hacer un plano de electricidad para saber dónde van a ir los puntos de luz, de manera que esté todo previsto para el final de la reforma. Generalmente, en un proyecto de reforma de una vivienda se busca aprovechar al máximo la transición interior-exterior, sacándole así partido a la luz natural del sol, ya sea mediante ventanas o tragaluces. Desafortunadamente, no todas las viviendas gozan de este don, por lo tanto es esencial poner atención en el momento de elegir el tipo de iluminación que ambientará el hogar. Foto: Pexels

Una lámpara para cada función

A la hora de decidir qué tipo de luminaria se precisa en cada estancia, es necesario estudiar qué papel va a tener ese espacio en la vivienda, ya que esto ayudará a elegir el producto adecuado. Como se explica en plataformas como Lampara.es, variaciones como que la altura óptima de la luz será distinta dependiendo de si hay o no una mesa debajo, son decisiones que pueden influir mucho en la confortabilidad. Además, también hay que elegir qué tipo de lámpara, si se precisa una de pie, de mesa o de techo. Las lámparas colgantes de Lampara son un ejemplo excelente. Foto: Pexels

Siguiendo con términos de funcionalidad, es necesario saber, tal y como ya se ha nombrado antes, que, si la lámpara va a estar sobre un sofá y se desea una luz general, la distancia a la que esta se encuentre del techo no debe superar los 20 cm. Por tanto, para tomar estas decisiones, antes hay que pensar qué ambiente se busca en cada espacio. Foto: Unsplash

Temperatura de la luz

En este punto entra en juego la temperatura de la luz. ¿Se busca un espacio íntimo y acogedor o se precisa una iluminación fuerte para concentrarse en el trabajo? Todo esto, independientemente de la luminaria que se elija, dependerá esencialmente de la intensidad y la temperatura de la bombilla. De ésta, existen una gran cantidad de modelos. Sin embargo, ya es bien sabido que la luz LED supone una de las mejores opciones, sino la mejor, tanto para nuestra salud como para la del ecosistema. Por ejemplo, en zonas de trabajo o en la cocina, se requiere una luz blanca y fría, que te aporta mayor visión y nitidez, para trabajar mejor, como los apliques de la foto. Unsplash

Intensidad de la luz

La intensidad de la luz se mide en lúmenes: cuantos más lúmenes, más intensidad. Para los espacios de trabajo donde se tiene que estar concentrado y activo durante largos periodos de tiempo, es aconsejable una intensidad no menor de 500 lux. Igualmente, la temperatura cobrará una importancia vital en estas estancias. Esta se establece en grados Kelvin: cuanto más alto sea el número, más fría será la temperatura. Es decir, para espacios de concentración se recomienda temperaturas neutras o frías, entre los 5.000 y los 10.000 grados Kelvin. Foto: Unplash.

Luz cálida

Por el contrario, para convertir un ambiente en hogareño y de descanso, se necesitan luces cálidas, es decir, por debajo de los 5.000 Kelvin. Además, en estos espacios también es muy recomendable que las luminarias dispongan de un regulador, ya que dependiendo de la cantidad de gente, se precisará de una intensidad de luz distinta, haciendo posible crear ambientes más confortables para cada ocasión. También ajustar la temperatura de la luz resulta eficaz para influir en el estado de ánimo. Foto: Unplash