Casa prefabricada decorada con muebles reciclados y trabajos de bricolaje

Esta casa prefabricada se encuentra en una zona boscosa de Catkills, en el condado de Ulster, Nueva York. Una amplia parcela que la propietaria, Zoe, heredó y donde siempre quiso hacerse una casa moderna, no una cabaña de madera al uso. A través de Internet, adquirió esta casa de la serie LV Homes, de la arquitecta Rocío Romero, un cubo de metal galvanizado de 400 m².

Una vez adquirida y hechas las acometidas necesarias en una casa prefabricada (luz, agua, solado, climatización, ventanas con doble acristalamiento, etc.), los propietarios se quedaron sin presupuesto. No obstante, Brian es carpintero y Zoe una artista muy manitas, así que absolutamente toda la casa es un DIY (do it yourself), con muebles recuperados y reciclados. Por ejemplo, Brian construyó los muebles de la cocina y colocó el piso de bambú, mientras Zoe consiguió la mesa de trabajo en un trueque.

Las habilidades de Zoe le permitieron hacer muchos trabajos manuales, para que una casa prefabricada fría y sin alma, tuviese el aspecto que tiene hoy, cálida, familiar y muy original. El mueble de cajas de la derecha lo realizó ella, y también la rayuela del suelo, desde donde nos mira Angus.

Como os podéis imaginar, también hubo muchos viajes a Ikea, donde compraron lo que no pudieron conseguir en rastrillos, desembalajes y contenedores, como la mesa de madera del comedor. Las sillas, en cambio, son de aquí y de allá, regaladas por amigos, restauradas por Zoe.

En el aparador que da servicio al comedor, se nota el estilo ecléctico de la familia, con piezas de menaje variadas, flores hechas por Zoe y mandalas pintados por Brian. La butaca y la cortina son de Ikea.

Otro rincón de la casa, con una mesa recuperada, sobre la que se posa una escultura hecha por Zoe y un terrarium. El conejo de la pared también es de Zoe y los cubiertos de hierro son una herencia de familia.

Este mueble de oficina, comprado en un desembalaje y restaurado por Zoe, guarda las colecciones familiares más preciadas: la colección de matrículas de coche de Zoe y, arriba, los muñecos de la Guerra de las Galaxias de Brian.

Para la habitación principal, Brian realizó un mueble ropero a los pies de la cama. Las mesillas y la lámpara de la izquierda son piezas recuperadas y restauradas.

Detalle de la mesilla, una oda al estilo shabby, añejo y destartalado, pero con mucho encanto. La lámpara la realizó Zoe con un trozo de la balaustrada de una escalera.

La habitación de Shelby, su hija de 4 años, es alegre y luminosa. La cama de Ikea la pintó Zoe para quitarle la tristeza del hierro. En el techo se colgaron un móvil y guirnaldas.

El cuarto de baño se pintó en color azul turquesa, un color muy tropical para enmarcar las piezas de maderas adquiridas en México. Como veis, todo en la decoración de esta casa prefabricada es original, único y colorido. ¡Para que digan que se decora con dinero! Fotos: Trevor Tondra. Vía: New York Times