Casa en un contenedor
Es probable que cada vez que juegues a imaginar cómo debería ser la casa de tus sueños, nunca se te haya pasado por la cabeza la posibilidad de instalarte en un contenedor. Sí, lo que lees, ¡en un contenedor! No te voy a decir que después de leer este post cambies de idea, que de pronto vayas a querer mudarte a una casita como ésta, pero de lo que estoy segura es de que te va a resultar una encantadora y coqueta vivienda, una "casita de muñecas" a escala a la que no le harías ascos.
¡Con porche y todo!
La casita en cuestión es una idea del arquitecto norteamericano Jim Poteet, quien instaló un contenedor de carga reciclado en el jardín de su vivienda, en San Antonio (Texas), para convertirlo en una casa de invitados, con todas las ventajas y comodidades que podríamos encontrar en una construcción tradicional.
La casita no es muy grande
Mide 2 x 12 metros, es decir, unos 24 m² que se distribuyen en un salón con sofá-cama, y un cuarto de baño, con lavabo, ducha e inodoro. El contenedor está dotado de un sistema de climatización para el invierno y para el verano, y para dotar al interior de luz natural, parte de sus muros se sustituyeron por frentes acristalados.
Interior de madera
Como revestimiento interior, se utilizó madera en tonos claros que, no sólo cubre las paredes, sino también el suelo. Para el techo se optó por pintura amarilla, en una tonalidad muy suave similar al acabado de la madera. En cuanto a la decoración, se jugó con azules y rojos, dos colores opuestos en el círculo cromático, pero no incompatibles. La pasión y la energía del rojo, con la armonía y la frescura del azul forman un conjunto lleno de encanto.
Cuarto de baño mini
En una estancia independiente, se colocó el cuarto de baño, con lavabo, ducha e inodoro,decorado en rojo y blanco. Probablemente no te plantees fijar tu hogar en un contenedor, pero ¿qué me dices de utilizarlo para ampliar tu vivienda? Como habitación de invitados, oficina, cuarto de costura, taller, salón de cine, sala de juegos... ¡lo que tú quieras! La idea es buena, ¿no crees? Lo único que necesitas, a parte del contenedor, es un jardín estupendo al que poder robarle unos cuantos metros cuadrados. Vía: Poteet Architects.