Baldas con aplicaciones de ganchillo

Me encanta esta nueva interpretación en acero de los pañitos de crochet o ganchillo, que muchos de nosotros conocemos por haberlos visto en casa de nuestras madres y abuelas. Se trata de una balda inspirada en aquellos tapetes tan populares en otro tiempo que servían de base a jarrones, ceniceros, figuritas de porcelana... o bien para tapar los brazos del sofá. Se llama Granny wall shelf (algo así como "tapete de pared de la abuela") y es una creación del diseñador holandés Beerd van Stokkum que ha sabido hacer una sabia mezcla de lo tradiconal y lo actual con aires de coquetería.

La parte frontal va troquelada a modo de tapete en caída, en una sola pieza. El diseño refinado del encaje unido a la fuerza del acero hacen de este pequeño estante un detalle decorativo ideal en cualquier rincón de la casa.

Granny está disponible en dos colores: blanco y negro en acabado mate. Y lo mismo puede encajar perfectamente en la cocina, en el comedor, en un dormitorio infantil que en el cuarto de baño. Incluso está preparada para usar en el exterior con macetas de plantas o hierbas aromáticas.

Su estructura de acero lo resiste todo. Para sujetarla a la pared solo se necesitan dos tornillos y se realiza con el método ciego de colgantes, en el que los tornillos se ocultan detrás de los soportes. Mide 85 cm de largo y 22,5 cm de fondo y tiene un precio de 125 € más 15 € de gastos de envío en la tienda online de Beerd van Stokkum.