Apartamento de 48 metros en la Barceloneta

En tan sólo 48 metros cuadrados, los propietarios de este pequeño y coqueto apartamento, una pareja sin hijos, han encontrado un refugio perfecto, a los pies de la playa de la Barceloneta. El equipo Egue y Seta se encargó de la reforma integral, recuperando elementos originales y sacando a la luz las paredes de ladrillo y las bovedillas de arcilla. Este estudio de interiorismo es experto en crear espacios amplios y bien comunicados en viviendas con muy pocos metros, gracias al empleo de ingeniosos recursos y materiales que favorecen la amplitud visual y una perfecta distribución.

La zona social, el eje de la casa

La vivienda cuenta con tres estancias: la zona social y epicentro de la casa, con muebles de cocina situados en un frente, un comedor y un pequeño rincón de estar; el dormitorio y un cuarto de baño. Un mueble alacena de obra, enmarcado con una estructura de hierro y cristal, da sensación de profundidad e independiza esta zona del dormitorio. La cocina se colocó sobre la pared de ladrillo: muebles blancos y encimera de madera alistonada, que también recorre parte del frente de la pared como protección.

La zona del salón

En un retranqueo junto a la puerta de entrada, se instaló una pequeña zona de estar, con un sofá y un trío de mesas, de Maison du Monde. El siempre venerado David Bowie está presente desde este rincón, mirando hacia el comedor. El suelo juega con dos materiales: un perímetro de baldosas hidráulicas rematadas con piezas en gris marengo y tarima de roble natural. La pintura azul de la carpintería y las paredes evoca la cercanía del mar Mediterráneo.

Conexión con el dormitorio

En esta imagen se aprecia a la perfección el mueble-tabique, con doble función de almacenamiento, tanto hacia la cocina, como hacia el dormitorio. Un cerramiento de cristal con perfiles de hierro rodea todo el perímetro del mueble y se convierte en puerta lateral. Preside el centro la estancia una mesa de comedor hecha a medida, con sobre de madera y patas de hierro, rodeada por las sillas Masters, de Philippe Starck para Kartell, y la lámpara Bell de Normann Copenhagen.

El dormitorio

Para este espacio pequeño, Egue y Seta recurrió a soluciones de obra, como el mueble del cabecero, con dos huecos laterales que hacen de mesillas. Así, se cede todo el protagonismo a la pared de ladrillo rescatada durante la obra. La puerta de cristal cuenta con una persianilla de madera, para independizar completamente esa estancia. A pesar de los pocos metros, en el dormitorio hay dos armarios y una cómoda. Nos encanta la idea de rodear de vegetación el perímetro acristalado, ya que además de dar más privacidad, desde la cocina pareciera un jardín interior.

El cuarto de baño

La pared de acceso al cuarto de baño también se pintó en azul Mediterráneo. El baño se alicató de suelo a pared con baldosines rectangulares biselados, lo que le da cierto aire retro, si no fuera por el mueble de lavabo de líneas rectas y lavabo encastrado. En el suelo se utilizó la misma baldosa hidráulica del resto de la vivienda. Los sanitarios son de Roca y las griferías, de Hansgrohe.
Si queréis ver más proyectos del estudio Egue y Seta publicados en Decoratrix, seguid este enlace. Como veréis no somos fans, somos súper fans!