Accesorios para el vino, de corcho y acero
La relación entre el vino y el corcho se remonta al Imperio Romano. Los romanos, grandes conocedores del vino, de sus secretos y de sus efectos afrodisíacos y embriagadores, ya cerraban las ánforas que se utilizaban como recipiente de almacenamiento y transporte con corteza de alcornoque envuelta en brea o resina. Pero según parece no fue hasta el siglo XVII cuando el tapón de corcho se empezó a utilizar de manera industrial. Basándose en esta "estrecha" relación, el diseñador Aurélien Barbry ha ideado, para Normann Copenhagen, la serie Wine & Bar, una completa selección de accesorios relacionados con el mundo del vino.
La colección incluye taponesy aros antigoteo; otros cuatro tapones de formas diferentes para cerrar vinos, espumosos, cavas o champanes y un abridor (20 € c/u) y un cortador de lámina (12,50 €). ¿Y por qué el corcho? Además de poseer una particular estructura celular, tiene unas propiedades físicas que lo hacen ideal para su uso como tapón: es un material ligero, elástico, impermeable, inerte (raramente se pudre), es difícil que arda... Estos romanos eran muy listos.
