Caravanas de diseño para disfrutar de unas merecidas vacaciones
Si todavía tienes dudas sobre cómo volar después del cierre de los espacios aéreos a causa del coronavirus, lo mejor es que tus próximas vacaciones las dediques a un viaje por carretera. Y si es en una caravana mejor. Si yo tuviera una caravana tan "chic", no me lo pensaría dos veces. El argumento de que pasar tus vacaciones dentro de una caravana es algo incómodo ha pasado a mejor vida.
Estoy convencida de que pensaréis lo mismo que yo tras ver estas deliciosas caravanas de diseño. Sobre todo para los que tenéis espíritu inquieto y la palabra "vacaciones" significa algo más que instalarse en un apartamento junto a una playa donde no cabe ya un alfiler.
Los responsables de esta brillante idea son los dueños de la firma Caravanolic. Y como muchas veces pasa, detrás hay una bonita historia: el propietario de una vieja caravana quiso transformarla en un espacio personal y, al contactar con el estudio de Interiorismo Viceversa, su sueño se convirtió en realidad y en una idea de negocio.
Esta primera caravana se vendió, después surgió una segunda y esto les llevó a una colaboración continuada entre ambas empresas. Las caravanas de Caravanolic son espacios originales y personales, con un punto de excelencia hasta ahora desconocido. Ahora os lo explicaré en detalle. Pero la calidad de los materiales, el plus del diseño y por supuesto, la practicidad las hacen realmente únicas y diferentes.
La zona de estar, el comedor y dormitorio se organizan en torno a esta "L". El sofá hace las veces de cama. Está tapizado en loneta gris de Pepe Peñalver, y bajo el colchón se accede a un arcón de gran capacidad de almacenaje. Para mayor comodidad, en el frontal hay un cajón para guardar la ropa de cama. La mesa cuenta con un sobre extraíble y las sillas son el modelo Victoria Ghost de Kartell. Los muebles son todos de madera lacada en blanco y el suelo de madera de sucupira, preparada para exterior para dotarlo de mayor durabilidad. Bajo él se ha instalado un sistema de calefacción radiante eléctrico regulable por termostato, además del sistema de gas que la caravana trae de serie. Las paredes están empapeladas con un diseño de Cole&Son y posteriormente barnizadas para darles mayor resistencia.
La cocina es de dos fuegos a gas y va montada sobre encimera de Silestone blanco, con un fregadero de acero bajo encimera y paredes paneladas con láminas de acero. También cuenta con horno de gas, un despensero, un verdulero extraíble, una balda colgante extraíble para aumentar la superficie de apoyo y suficientes armarios para guardar la vajilla y todos los útiles necesarios.
Han encontrado lugar para guardarlo todo: a lo largo del techo de la caravana están anclados siete arcones de mediano tamaño para el almacenaje. Además de dos armarios altos, hay otro bajo, otra mesa extraíble con cajones y un armario alto sobre la nevera.
¡Y cómo se nota que en el estudio Viceversa hay chicas! Este detalle del espejo me parece total. La vida caravanera no tiene por qué estar separada de las ganas de arreglarse y estar guapa... Y al colocar este espejo, ampliaron la sensación visual.
Siguiendo esta ola de glamour, el baño está pintado a rayas blancas y negras. El suelo es extraíble, de madera de teca. La iluminación está resuelta con cuatro luminarias de tres focos halógenos, cada una en la zona común, dos más en el baño, un pequeño fluorescente sobre la encimera de la cocina y el flexo Tolomeo anclado en la mesa junto al sofá, para facilitar la lectura.
Como guinda, os enseño estos maravillosos dibujos de dos de los modelos que tienen en catálogo. La caravana Austen y la Wilde. No sé por cuál decidirme. Fotos: Caravanolic.
